En abril, una familia tipo debió reunir más de $1.100.000 para no caer en la pobreza, de acuerdo con los datos oficiales publicados por el INDEC sobre la Canasta Básica Total (CBT). Este dato contradice uno de los argumentos esgrimidos por la diputada libertaria Juliana Santillán, quien tildó de "reclamo político" la demanda salarial de los médicos residentes del Hospital Garrahan.

La CBT establece el umbral de ingresos mínimos necesarios para satisfacer las necesidades alimentarias y de servicios esenciales. En el caso de un adulto, su valor ascendió a $359.243 en abril, monto que marca la línea de indigencia. Este cálculo no incluye alquileres ni otros gastos estructurales de vivienda, por lo que resulta insuficiente para cubrir todas las necesidades básicas.

Desde el Gobierno se utilizó este valor para desacreditar la legitimidad del reclamo de los profesionales de la salud, lo que generó controversia. El argumento fue cuestionado por diversos sectores, ya que el valor de la CBT solo contempla lo mínimo indispensable para la subsistencia, lo que en términos prácticos equivale a $12.000 por día para un adulto.

Además, el INDEC reconoció que la metodología actual se basa en patrones de consumo de hace dos décadas, y aún está pendiente la implementación de una nueva canasta de referencia que refleje el costo real de vida y la inflación actual.

En los últimos 12 meses, la CBT se incrementó un 34%, en un contexto donde los ingresos de muchos trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo frente al aumento del costo de vida.